La Agrupación de Universidades Regionales de Chile (AUR), que reúne a 22 casas de estudios del país, pertenecientes al Consejo de Rectores de las Universidades Chilenas (CRUCh), se mostró contraria a la propuesta de una nueva norma técnica que regula la relación asistencial – docente, y que establece el proceso de asignación de campos clínicos y sus respectivos campos de formación profesional y técnicos de pregrado.
A través de un comunicado, firmado por el presidente de AUR, Patricio Sanhueza, rector de la Universidad de Playa Ancha; también por el vicepresidente, Óscar Galindo, rector de la Universidad Austral de Chile; y por Aliro Bórquez, también vicepresidente, rector de la Universidad Católica de Temuco, la AUR dejó de manifiesto su rechazo de forma explícita a este proyecto. “Desde la legitimidad y responsabilidad que tenemos con el desarrollo de la salud pública y del país, hacemos explícito nuestro rechazo a la norma técnica propuesta y demandamos abrir un efectivo diálogo y consulta, que, con el concurso de todos los actores involucrados, dé lugar a una regulación que realmente supere los problemas de la actual”, establece el escrito.
Esta respuesta que dan las universidades regional se enmarca, según su opinión, a que “la norma que regula actualmente la asignación de campos clínicos hospitalarios y de atención primaria, y la relación asistencial docente, evidencia diversos y graves problemas: su aplicación depende de decisiones personales, subvalora la calidad y trayectoria académica de las instituciones regionales, y, entre otras, hace recaer la decisión en la capacidad de retribución económica de las instituciones, estableciendo una absurda y desigual competencia”.
Por lo tanto, a juicio de AUR, la nueva norma técnica “no mejora la actual en vigencia, mantiene sus limitaciones y problemas, y fue elaborada sin considerar la opinión, experiencia, y compromiso que en el tema tienen las universidades regionales del CRUCh. Tampoco ella asume que éstas son las principales instituciones formadoras de especialistas y subespecialistas de las áreas de la salud, por lo que no se entiende que ignore la formación de postgrado”, añadió la misiva.
Según el Dr. Mario Calvo, ex decano de Medicina de la Universidad Austral, prorrector de aquella institución educativa, y secretario ejecutivo de AUR, la nueva norma “no es un aporte a la difícil relación entre el Servicio de Salud y las universidades regionales por los campos clínicos. Entendemos que ellos fijan una posición netamente existencial que se desentiende de la formación de los profesionales que ellos necesitan”. “Queremos dialogar con ellos, entregar una norma técnica, entregar una forma de relacionarnos coherentemente entre el Ministerio de Educación, el Ministerio de Salud, y las universidades. Tenemos un objetivo común, que es formar los mejores profesionales de Salud, y para eso no es lógico que se nos entregue un documento ya elaborado, ya que deberíamos fabricar uno en conjunto”, agregó.
Por su parte, Mirta Crovetto, decana de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad de Playa Ancha, también destacó la necesidad de una labor en conjunto. “Nosotros hemos estado trabajando para que exista un cambio, un cambio en la forma de realizar estas asignaciones. No hemos sido oportunamente consultados para generar estos espacios de colaboración, y nos encontramos con una propuesta de forma sin haber sido considerados. Y es que nuestro país tiene un territorio diverso, con diferentes estructuras de Salud, y las universidades que cohabitan en las regiones también son distintas. Por lo que, todo lo que apunta a mejorar la política de educación, formación, de los futuros profesionales de la Salud debe estar todo coordinado. Estamos llamando a un diálogo participativo, que vaya desde la génesis de poder evidenciar cuáles son las necesidades desde el ámbito formativo”.
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